sábado, 30 de abril de 2016

Anecdotario del Fútbol Chileno II (Juan Cristóbal Guarello y Luis Urrutia O'Nell, 2011)


Esto es mi opinión. No estoy intentando ir más allá de decir lo que pienso y de emitir juicios de valor.

Este es el último libro que leo de la dupla Guarello-Chomsky, o de cualquiera de los dos por separado. Por mucho que me interese leer sobre el Ballet Azul o sobre la selección chilena del 62, ninguna anécdota simpática sobre fútbol vale la pena lo suficiente como para que tener que soportar la pluma de este par de misóginos.

Cosas que me gustaron del libro:
- En su momento, anécdotas que ya se me olvidaron.

Cosas que NO me gustaron del libro:
- El hecho de que cada vez que pudieran dejaran en claro que las mujeres somos tontas, putas o simplemente carne (o todas juntas al mismo tiempo, en su mayoría).
- El humor de viejo culiao que se cree más brillante que el resto. Ambos lo aplican. Y es un humor demasiado básico y vetusto como para presumir de él el año 2011. Cero astucia. Es humor tipo Dino Gordillo. Dino Gordillo es el tercer autor -fantasma- de este libro.
- Chomsky contando sus anécdotas en plural. "Sabemos" que estabas tú solo, gil. ¿Por qué cresta escriben como si el libro no lo estuvieran escribiendo ellos?
- La anécdota de Guarello encontrándose con un futbolista en la que el futbolista le agradece a Guarello por haberlo reconocido. ¿Daba para ponerla en un libro o sólo era un ardid para demostrar que Guarello es un memorión?
- El hecho de que metieran anécdotas superfluas (de tipo "marido engaña a esposa") sobre periodistas, cuando el libro es sobre fútbol (o sea, vale la anécdota de los periodistas colocolinos que trataron de engañar a un arquero rival, por ejemplo, pero no las historias del tipo que ya mencioné pos, porque... ¿a quién mierda podría importarle eso?).
- El capítulo sobre Leonel Sánchez -y este fue el momento en el que empecé a odiar al Viejo-, porque no se trató nunca sobre Leonel Sánchez, si no que se trató, en no sé cuántos fragmentos, sobre Chomsky; sobre demostrar que Chomsky puso un dato en un libro y que él tenía la razón por sobre la FIFA, y por sobre el resto del mundo.
- Las anécdotas de fútbol internacional que no incluían a jugadores chilenos (Era "Anecdotario del Fútbol Chileno", ¿o no?).
- Las anécdotas que no eran anécdotas.
- Que le sobraran 100 páginas.
- Que el libro parezca que sólo fue publicado para tirarles palos a otros periodistas, como si todo fuera una gran talla interna. No sé si talla interna, ensañamiento o venganza, en realidad.
- El montón de errores de tipeo que tiene. Me pregunto si pasó por Word, siquiera.

Entiendo que Guarello no quiera que estos libros se reediten -también me daría vergüenza reflotar esta basura-, sobre todo porque ahora está tratando de vender su imagen de progre que está en contra del acoso callejero y de la discriminación hacia las mujeres y blablabla y todo eso que este libro demuestra que en el 2011 no le importaba en lo más mínimo.

Para que se hagan una idea, dejo un fragmento de "Mujer y fútbol":
"Establecemos una relación entre la mujer y el fútbol: los ojos son como el arquero, un equipo limitado puede llegar lejos si cuenta con un gran portero; la boca representa al goleador y las manos al estilo de juego, mientras que el busto es la delantera; las piernas, el mediocampo, y las nalgas, la defensa".

Saqué la cuenta y tenían cerca de 42 años uno y 60 el otro cuando lo publicaron.
Guarello se está engañando con que apoya el feminismo, y me parece que el viejo ya no tiene arreglo.

domingo, 24 de abril de 2016

Cabra Lesa (Daniela González y Diego Zúñiga, 20??)


Era bien difícil que me gustara un libro/cómic como este. Las historias no aburren, creo, y eso es lo único rescatable. Pero no deja nada. No hay gran diferencia entre leer este libro y no leerlo. Sólo me ha servido para definir mejor cuáles son las historietas que no me gustan tanto en estilo gráfico como narrativo. Estas mujeres comunes -y como todas, para muchas-, no tienen nada que ver conmigo. Sus vidas son fáciles, aburridas y del montón; son lo que se ve en las teleseries, sin reflexiones o profundidad. En ese sentido representan muy bien la imagen que hay de la mujer hoy por hoy. Seguimos estancadas. Me pasó también que no pude dejar de leer los textos de "Carla Fox", porque sentía que si no los leía era trampa (son parte del libro, ¿o no?), pero eran malísimos, ridículos y me sentí demasiado tonta leyéndolos. Traté de no prestar demasiada atención.

Después de leer Cabra Lesa no sé si soy más estúpida que antes de leerlo, pero definitivamente no soy más inteligente.

***

Esta reseña la escribí el 2013. Quería inaugurar el blog con algo tierno, porque de momento no tengo material fresco.

***

Este libro lo leí porque lo tenían en la Biblioteca de Santiago. Puede que aún siga ahí, por si le interesa.